Llegar a casa siempre
fue el final de algo, el final del dia, de una pena, de una alegria, de una
historia. Ahora volver a casa es volver a los recuerdos, volver a ser
una Lorena que con los años lejos de Chile se ha ido difuminando, es como si
esa fantasma se metiera en mi cuerpo solo cuando estoy en casa de mis padres,
esa que se rie de todo, que no se complica, que no se estresa, esa Lorena ya no
existe mas, y para bien o para mal es algo que se hace patente cuando regreso a
mi “verdadero hogar”, porque aquí si me complico, chuta me estreso, y no me rio
tanto porque no tengo con quien hacerlo, no se me dan bien los chistes en
aleman…..y los chilenos nos reimos de nuestras idiosincracias y de toda nuestra
cultura popular, cosa que es difícil de transmitir, aunque debo decir que
escuchar al Milo con chilenadas me parece lo mas genial del mundo, es como si por fin tuviera un “partner”, mi compañero de
vida me dice que en realidad yo podría ser la misma aqui, por fin aterrizar del
todo, supongo que tiene razón, y odio que tenga razón….pero es que solo llevo
una semana desde que volví, y a veces cuando suena el teléfono creo que es
alguna de mis amigas invitandome a algun carrete familiar, porque no es que yo
quiera volver a la vida de soltera que tuve en Chilitis (como dice mi hijo)
sino que es esa cercanía, esa cosa simple de juntarme con la gente que me
conoce de siempre, la que sabe lo bueno y lo malo de mi y lo acepta, a esa
gente con la que puedo hablar de todo, con la que no me da miedo llorar o reir, pucha que es fome volver después de
haber tenido un tiempo con la familia y los amigos, y se que sera un breve
momento y despues se pasa porque yo sé que aquí puedo ser feliz también, que
esa cosa llamada felicidad no es mas que
una decisión, y sé que me espera un futuro brillante, con solo contemplar a mis
dos bellos niños se hace real mi vida, se convierte en mi presente preciado,
porque puedo estar triste o nostalgica, pero nada supera ese calorcito que
recorre mi cuerpo cuando Milo me llama mami o Nael me mira con sus grandes
ojitos y sonrie, sé que hay mucho por hacer , por transformar dentro de mi, y
que aun cuando una parte de mi ya no esta, existe una nueva Lorena que nace en
esta tierra lejana, una que quiere que sus hijos tengan también de herencia mi
cultura, mi idioma, mi historia, pero no de manera partidista , yo nunca les
preguntare si prefieren Chile o Alemania, o tratare de convencerles de que
nuestra cultura es mejor o nuestro idioma mas bello, simplemente quiero que sea
parte de sus vidas, sin cuestionamientos. Por eso lo mejor de este viaje fue
ver a Milo disfrutar con mi familia y mis amigos, verle jugar, reir y hablar con
aquellos que forman parte de mi vida, de hecho, la primera vez que Milo jugó
con un niño fue en Chile, con Vicente Marin, eso fue glorioso para mi, y estuvo
tan feliz con sus abuelos cerca que durmio con ellos la mitad de nuestras
vacaciones, y lo mas emocionante para mi es, que a veces en conversaciones
triviales con él, nombra a alguno de mi familia o de mis amigos como personas
cercanas a su mundo, es en ese momento que se hace real mi historia, y por eso vale
la pena volver a la casa de mis recuerdos……
a veces es una memoria fotografica, en otras emotiva. Ya hace un tiempo que deje de preguntarme tantos por que, por ello ame mis 16 dias junto a cada uno de ustedes o las 384 horas como calcularia Milo Alberto..Te re-amo sis!
ResponderBorrarLorena, leo y me reconozco, por que teniendo de todo hay dias que me pareciera que no tengo nada.
ResponderBorrarAsi tenga tenga que vender papelitos en la feria igual me voy a Chile a carretear !!!ejejejejee recuerda que este año carretee con tus papitos ;)))
Si po Marcelita, siempre lindo volver a la casa de los recuerdos, usted siga juntando money no mas, y disfrute a concho cada uno de sus viajes a Chilito lindo, y si te sobran monedas ven averme a mi que te queda mas cerca jejeje un abrazo
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